En un mitin cargado de declaraciones polémicas, Donald Trump celebró sus primeros 100 días de gobierno destacando el endurecimiento de la política migratoria, la imposición de aranceles sin precedentes y su guerra abierta contra las instituciones. En este artículo analizamos sus medidas más radicales, la reacción pública, sus consecuencias para México y el mundo, y cómo se perfila su administración en esta nueva etapa. Un panorama complejo que revela el rumbo que podría tomar Estados Unidos bajo su liderazgo en los próximos años.

Una política migratoria extrema: “Ya no somos el basurero del mundo”

Trump asegura haber frenado el 99.9% de la migración y promete más deportaciones masivas.

En un discurso celebrado en Michigan, Donald Trump no escatimó en calificativos para describir su política migratoria. Afirmó que, gracias a sus medidas, solo “tres personas” cruzaron la frontera sur en los primeros 100 días de su gobierno, lo que representaría una reducción del 99.9%. Aunque la veracidad de esa cifra ha sido cuestionada, el mensaje fue claro: endurecer la frontera y frenar el ingreso de migrantes es uno de los pilares de su administración.

Además, presumió la firma de órdenes ejecutivas para que los hijos de inmigrantes indocumentados no obtengan ciudadanía automática y para acelerar la expulsión de personas con antecedentes penales. Con el uso de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, ha expulsado a cientos de venezolanos acusados de estar ligados al grupo criminal Tren de Aragua, y ha designado a seis cárteles mexicanos como “terroristas del más alto nivel”.

Este discurso no solo refuerza su base electoral, sino que también deja en claro su intención de desmantelar décadas de políticas migratorias más humanitarias, con un enfoque agresivo y punitivo que afecta directamente a miles de familias migrantes, muchas de ellas mexicanas.

La economía nacionalista: aranceles altísimos y proteccionismo duro

Trump impone tarifas de hasta 145% a China y firma decretos para proteger la industria estadounidense.

En materia económica, Trump no se contuvo. Destacó con orgullo la imposición de un arancel del 145% a productos chinos, como medida para evitar el “robo de empleos” a los trabajadores estadounidenses. Aseguró que su estrategia proteccionista ha sido clave para fortalecer a la industria nacional y evitar que Estados Unidos dependa de otros países.

En el mismo mitin anunció un decreto para reducir el impacto de aranceles “superpuestos” que afectaban a fabricantes de automóviles. Esta medida busca proteger la producción nacional sin elevar los precios al consumidor. Por ahora, las piezas provenientes de México y Canadá siguen exentas gracias al T-MEC.

Este enfoque económico, aunque popular entre ciertos sectores industriales, ha generado preocupación en otros sectores que temen represalias comerciales, aumento de precios e impactos en la cadena de suministro global. Para México, este endurecimiento en materia comercial puede representar nuevas tensiones y desafíos.

Un presidente desafiante y fuera de control institucional

Trump ha firmado más de 140 decretos, confronta jueces y se rodea solo de aliados fieles.

Desde su regreso al poder el 20 de enero, Trump ha impulsado una presidencia que muchos califican de autoritaria. En solo 100 días ha firmado más de 140 órdenes ejecutivas que van desde la política migratoria hasta la desregulación ambiental. Ha atacado frontalmente a universidades, abogados y medios de comunicación, y ha desafiado el derecho constitucional a la ciudadanía por nacimiento.

Incluso ha tenido choques con el poder judicial, acusando a los jueces de bloquear su voluntad como comandante en jefe. Según una encuesta del Washington Post y ABC News, el 64% de los estadounidenses cree que Trump está excediendo sus poderes presidenciales.

Este estilo de liderazgo, agresivo y sin frenos, ha sido duramente criticado por analistas y defensores de derechos humanos. Pero para sus simpatizantes, representa fuerza, decisión y una ruptura con la “burocracia blanda” que, según ellos, ha debilitado a Estados Unidos en décadas recientes.

México en la mira: cárteles, migrantes y tensiones diplomáticas

Trump acusa a México de temer a los cárteles y lo responsabiliza del caos en la frontera.

El presidente estadounidense no perdió oportunidad de atacar a México durante su discurso. Dijo que el país “le tiene miedo a los cárteles” y que estos controlan vastas regiones del territorio mexicano. También señaló que, de no haber intervenido, millones de migrantes mexicanos y centroamericanos habrían invadido Estados Unidos con la complicidad del Partido Demócrata.

La relación bilateral entre ambos países podría deteriorarse aún más con estas declaraciones. La designación de cárteles como organizaciones terroristas abre la puerta a intervenciones más directas del gobierno estadounidense, e incluso ha generado preocupación entre diplomáticos mexicanos por su posible implicación en la soberanía nacional.

Desde antesdelexamen.com, un sitio que ayuda a estudiantes de preparatoria a prepararse para su ingreso a la universidad, creemos que es fundamental que los jóvenes mexicanos comprendan la gravedad de estos discursos y su impacto a largo plazo. Entender la geopolítica entre México y Estados Unidos es clave para formar una ciudadanía crítica y bien informada.

¿Popular o polarizante? El futuro incierto de Trump

Con baja aprobación y muchos enemigos, Trump sigue firme en su visión radical para EE. UU.

A pesar de su retórica triunfalista, Trump no goza de la aprobación mayoritaria. Su índice de aprobación se encuentra en apenas 39%, según las últimas encuestas. Muchos estadounidenses, especialmente en zonas urbanas y entre minorías, ven su presidencia como un riesgo para la democracia.

Sin embargo, sus seguidores lo ven como el único capaz de “salvar a Estados Unidos” de una supuesta invasión extranjera y del caos institucional. Este apoyo le permite seguir adelante con su agenda, incluso enfrentando