Cada año, miles de aspirantes pierden su oportunidad de entrar a la universidad por cometer los mismos errores. No se trata de falta de inteligencia, sino de estrategia. En este artículo descubrirás los errores más comunes en los exámenes de admisión de la UNAM, IPN y UAM, y cómo evitarlos para aumentar tus posibilidades de éxito en 2025.

No estudiar con el temario oficial

Muchos aspirantes estudian de cualquier libro, pero no del material correcto.

Uno de los errores más graves es no revisar el temario oficial de cada universidad. La UNAM, IPN y UAM publican sus propios contenidos cada año, y aunque parezcan parecidos, tienen diferencias importantes. Por ejemplo, la UNAM da más peso a biología, mientras que el IPN se enfoca en física y matemáticas aplicadas.

Si estudias sin seguir un temario actualizado, puedes pasar semanas repasando temas que ni siquiera aparecerán en tu examen. Antesdelexamen.com recomienda descargar las guías oficiales directamente desde las páginas de cada institución y usarlas como base de todo tu plan de estudio.

Dejar todo para el último mes

El clásico error: creer que se puede repasar todo en pocas semanas.

El cerebro necesita tiempo para asimilar conceptos complejos. Si empiezas a estudiar solo un mes antes, probablemente te satures y olvides la mayoría de los temas. La mejor estrategia es comenzar al menos tres meses antes, con sesiones cortas pero constantes.

Además, usar simulacros semanales ayuda a reforzar la memoria a largo plazo y a detectar tus puntos débiles. No necesitas estudiar ocho horas diarias; lo importante es la constancia. Un aspirante disciplinado con 2 horas al día rinde más que uno que estudia todo en una semana.

No practicar con exámenes reales

Muchos estudian teoría, pero nunca se enfrentan al formato del examen.

La estructura del examen de la UNAM, IPN y UAM cambia tu forma de pensar. Resolver ejercicios bajo presión es distinto a leer apuntes. Si no practicas con exámenes reales, te costará administrar el tiempo y controlar los nervios.

Haz al menos un simulacro completo por semana. Plataformas como antesdelexamen.com ofrecen modelos de examen similares a los oficiales, con temporizador y preguntas de opción múltiple. Así podrás acostumbrarte al ritmo real del examen y mejorar tu desempeño.

No cuidar la concentración y el descanso

Dormir poco y estudiar cansado es igual que no estudiar.

Muchos aspirantes creen que trasnochar estudiando los hará rendir más, pero es al revés. Dormir menos de 6 horas afecta la memoria, la atención y la velocidad de razonamiento. Por eso, los expertos recomiendan mantener un horario regular de sueño, especialmente la semana del examen.

Un cuerpo cansado comete errores por distracción. Una mente descansada puede analizar mejor los problemas de matemáticas, comprender textos largos y recordar fórmulas con mayor facilidad. Dormir bien también reduce la ansiedad y mejora la confianza.

No tener una estrategia el día del examen

No todo es estudiar: también hay que saber cómo resolver el examen.

El día del examen, cada minuto cuenta. Muchos aspirantes se bloquean por los nervios o pierden tiempo en preguntas difíciles. La estrategia más efectiva es resolver primero las fáciles para asegurar puntos, y dejar las complicadas para el final.

También es importante leer con atención las instrucciones, ya que cada examen tiene reglas diferentes. Por ejemplo, en algunos no puedes regresar a las preguntas anteriores. Evita errores por descuido y enfócate en mantener la calma.