¿Te pone nervioso no saber qué responder cuando te preguntan “¿Por qué deberíamos contratarte?” en una entrevista de trabajo? No estás solo. Esta es una de las preguntas más temidas, pero también una gran oportunidad para destacar sobre los demás. En este artículo de antesdelexamen.com te ayudamos a preparar una respuesta auténtica, sólida y estratégica, que te permitirá demostrar por qué eres la persona ideal para el puesto. Si eres estudiante o recién egresado de preparatoria y estás dando tus primeros pasos en el mundo laboral, sigue leyendo para conocer cómo puedes convencer a cualquier reclutador de que tú eres la mejor opción.

Comprende la importancia de la pregunta

Saber por qué el reclutador te hace esta pregunta es fundamental para construir una respuesta ganadora.

Cuando un entrevistador lanza la temida pregunta “¿Por qué deberíamos contratarte?”, no solo busca escuchar tus logros o tus títulos. En realidad, está tratando de descubrir si entiendes el puesto, si conoces tus propias fortalezas y si puedes aportar un valor real a la empresa. Además, quiere medir tu nivel de confianza y tu honestidad.

Si comprendes este objetivo, estarás mejor preparado para dar una respuesta que realmente responda lo que el entrevistador quiere saber. Es decir, más allá de repetir tu currículum, podrás enfocarte en explicar cómo tus habilidades, actitudes y motivaciones encajan perfectamente con el puesto.

Por eso, antes de lanzarte a contestar, pregúntate qué necesita la empresa, qué problemas tiene ese departamento o equipo, y cómo tú puedes ayudar a resolverlos. Así tu respuesta será mucho más estratégica y personalizada.

Sé honesto pero resalta tus fortalezas

La sinceridad siempre es la mejor estrategia, combinada con destacar lo que te hace único.

Al responder por qué deberían contratarte, evita caer en exageraciones o, peor aún, mentir. Los reclutadores están entrenados para detectar respuestas infladas o poco auténticas. Si te descubren inventando, perderás credibilidad y probablemente la oportunidad.

Pero ser sincero no significa restarle peso a tus cualidades. Más bien, aprovecha para reconocer tus verdaderas fortalezas. Piensa: ¿qué aspectos personales o profesionales te diferencian del resto? Puede ser tu facilidad para trabajar en equipo, tu capacidad para aprender rápido, tu empatía con clientes, o tu entusiasmo para enfrentar nuevos retos.

A veces, incluso habilidades que consideras pequeñas pueden ser enormes ventajas. Por ejemplo, manejar bien el estrés, tener iniciativa o adaptarte fácilmente a cambios son cualidades muy valoradas, aunque no siempre aparezcan en el CV.

Para que no te quede ninguna duda, haz este ejercicio antes de la entrevista: escribe tres razones por las que tú contratarías a alguien como tú. Esa reflexión te dará argumentos sinceros y contundentes para responder.

Investiga a fondo la empresa y el puesto

Conocer bien el lugar donde quieres trabajar te permitirá personalizar tu respuesta y demostrar interés genuino.

Una de las mejores maneras de destacar frente a otros candidatos es demostrar que hiciste la tarea. Investiga la empresa: su historia, sus valores, su cultura laboral y los proyectos en los que está involucrada. Revisa su página web, su sección de noticias y sus redes sociales.

También analiza cuidadosamente el anuncio del puesto. Allí suelen detallar las responsabilidades principales y los requisitos deseados. Haz una lista de las competencias que piden y piensa en ejemplos concretos donde hayas demostrado esas habilidades, aunque sea en contextos académicos o personales.

Por ejemplo, si el puesto requiere trabajar bajo presión, recuerda esa vez que lideraste un proyecto en la escuela con plazos ajustados. Si buscan alguien con iniciativa, habla de cómo propusiste mejoras en un grupo de estudio o en un voluntariado.

Así, tu respuesta a “¿Por qué deberíamos contratarte?” no será genérica, sino totalmente alineada con lo que esa empresa necesita.

Crea un mensaje breve y poderoso

La claridad y la confianza son tus aliadas: estructura bien tu argumento para ser memorable.

Un error común es dar respuestas largas, vagas o repetitivas. En cambio, lo ideal es construir un pequeño discurso de 30 a 60 segundos, directo y convincente. Para lograrlo, puedes apoyarte en esta fórmula sencilla:

1. Lo que eres: menciona tu profesión o situación actual (estudiante, recién egresado, etc.).
2. Lo que sabes hacer bien: destaca tus habilidades o logros relevantes.
3. Lo que puedes aportar: explica cómo tus capacidades ayudarán a cumplir objetivos de la empresa.

Por ejemplo:
"Soy estudiante recién egresado de preparatoria con muchas ganas de iniciar mi carrera laboral. Tengo facilidad para adaptarme a nuevos entornos y disfruto trabajar en equipo, como demostré organizando eventos escolares. Creo que puedo aportar entusiasmo, responsabilidad y nuevas ideas para ayudar a alcanzar las metas de su empresa."

Practica tu respuesta varias veces, pero no la memorices palabra por palabra. Así sonará natural y auténtica.

Practica y mantén una actitud positiva

Tu lenguaje corporal, tono de voz y actitud son tan importantes como lo que dices.

Una buena respuesta puede perder impacto si se acompaña de nerviosismo excesivo o inseguridad. Por eso, practicar es clave. Haz simulacros frente al espejo, grábate o pídele a un amigo que te haga preguntas de entrevista. Eso te dará confianza y te ayudará a mejorar tu fluidez.

Además, cuida tu postura, mira a los ojos al entrevistador y sonríe de forma natural. Un candidato positivo, entusiasta y seguro de sí mismo siempre resulta más atractivo que alguien que parece temeroso o desmotivado.

Recuerda que la entrevista es una oportunidad para demostrar no solo tus conocimientos, sino también tu actitud. Muchas veces, las empresas prefieren contratar a alguien con ganas de aprender y crecer, incluso si no tiene toda la experiencia del mundo. Si logras transmitir pasión por el puesto y por la compañía, tendrás mucho terreno ganado.