Si este año vas por tu lugar en la UNAM o el IPN, necesitas una estrategia clara: saber qué temas caen más, cómo entrenarlos con reactivos tipo examen y cómo administrar tu tiempo sin quemarte. Aquí te comparto un plan práctico, actualizado y pensado para estudiantes de preparatoria que quieren entrar a lo grande. Aprende a identificar patrones, evita errores frecuentes y domina los contenidos clave que más puntaje te dan en el examen de admisión. Ideal para quienes buscan una guía directa y efectiva, con ejemplos, tips y una ruta de estudio semanal lista para aplicar hoy.

Matemáticas: los ejes que más puntos dan

Domina álgebra, funciones y geometría analítica; son la base de la mayoría de los reactivos.

Las matemáticas concentran buena parte del puntaje en los exámenes de admisión de la UNAM y el IPN. En álgebra, repasa factorización (especialmente trinomios y diferencia de cuadrados), leyes de los exponentes, productos notables y manejo de ecuaciones lineales y cuadráticas. En funciones, entiende a fondo función lineal, cuadrática y exponencial: identifica su gráfica, pendiente, vértice y cómo interpretar parámetros; aparecen en problemas de crecimiento, velocidad y costo. En geometría analítica, los ítems clásicos incluyen distancia entre puntos, pendiente, ecuación de la recta y circunferencia, así como transformaciones sencillas en el plano cartesiano.

Para elevar tu rendimiento, practica con “bloques inteligentes”: 20–25 reactivos segmentados por tema, después un mini-simulador de 10 reactivos mixtos. Cronométrate (45–60 segundos por reactivo) y aplica revisión con lápiz de color: marca dónde te equivocaste (cálculo, procedimiento, concepto o lectura) y registra tu error en una hoja de control. Repite a la semana los ítems donde fallaste y crea un “formulario express” de fórmulas y trucos: discriminante para raíces, factorización por agrupación, ecuación punto-pendiente y conversiones rápidas entre forma ordinaria y general de la recta.

Comprensión lectora y redacción: velocidad + precisión

Aprende a leer con propósito: pregunta, escanea y verifica; luego redacta con claridad.

En comprensión lectora, el examen evalúa identificar ideas principales, inferencias, tono y propósito del autor. El truco está en leer con una pregunta guía: antes de comenzar el texto, mira las preguntas y subraya palabras clave (“según el autor”, “se infiere”, “principalmente”). Usa el método RAE: Resumen (1 línea por párrafo), Autor (qué intenta lograr: informar, persuadir, describir) y Evidencia (citas o datos que respaldan la respuesta). Practica con textos de divulgación científica y opinión breve; mide tu WPM (palabras por minuto) sin perder comprensión: inicia a 220–250 WPM y aumenta de 10 en 10 cada semana.

Para redacción, recuerda la trilogía: claridad, cohesión y corrección. Estructura párrafos con idea-tema, desarrollo y cierre; evita muletillas, repeticiones y ambigüedades. Los reactivos típicos piden identificar errores de concordancia, uso de conectores, signos de puntuación y acentuación. Crea una lista de conectores por función: causa (porque, debido a), contraste (sin embargo, aunque), consecuencia (por tanto, así que) y secuencia (primero, luego, finalmente). Practica micro-reescrituras: toma una oración confusa y mejórala en 3 versiones, cambiando orden, conectores y precisión léxica.

Ciencias naturales: física, química y biología sin memorizar de más

Domina conceptos núcleo y fórmulas de uso frecuente; complementa con lectura de gráficas.

En física, los bloques más frecuentes incluyen cinemática (MRU y MUA), leyes de Newton, trabajo-energía-potencia y calorimetría. Ten a la mano tus fórmulas esenciales y, sobre todo, el mapa de unidades: m/s, m/s², N, J, W, cal y J (recuerda 1 cal ≈ 4.186 J). Aprende a traducir enunciados a diagramas: dibuja vectores, fuerzas y trayectorias. En química, céntrate en estequimetría, balanceo, mol y concentración (molaridad). Revisa periodicidad (tendencias de electronegatividad y radio atómico) y reacciones ácido-base. Usa tablas rápidas para masas atómicas y practica proporciones con “regla de tres química”. En biología, enfócate en niveles de organización, genética mendeliana básica (cruces monohíbridos y dihibrios), ADN/ARN y procesos celulares como fotosíntesis y respiración.

No memorizas todo: prioriza. Haz una lista A-B-C: A = cae mucho y vale puntos (cinemática, mol, genética simple), B = aparece con frecuencia media (leyes de gases, circuitos básicos, ecosistemas), C = bajo impacto (nombres de taxones muy específicos). Estudia A todos los días (25–30 min), alterna B (3 veces por semana) y repasa C solo el fin de semana. Integra lectura de gráficas: velocidad-tiempo, concentración-tiempo, curvas de calentamiento. Muchos reactivos se resuelven interpretando el área o la pendiente sin despejar de más.

Historia y geografía: líneas de tiempo y mapas mentales que sí sirven

Convierte fechas y procesos en historias cortas y palabras clave, no en listas eternas.

Para historia de México, construye una línea de tiempo con 3 capas: acontecimiento (Independencia, Reforma, Porfiriato, Revolución), actores (Hidalgo, Juárez, Díaz, Madero, Cárdenas) y consecuencias (políticas, económicas, sociales). Usa el esquema Causa → Evento → Efecto; por ejemplo, para la Reforma: conflictos Iglesia-Estado → Leyes de Reforma → consolidación del Estado laico. En historia universal, prioriza Revolución Industrial, Guerras Mundiales y Guerra Fría. En cada tema, aprende 5 palabras clave y 1 mapa conceptual. Esto te da anclajes para preguntas de relación de columnas, opciones múltiples con distractores y ordenamiento cronológico.

En geografía, repasa coordenadas, tiempo universal, husos horarios, tectónica de placas, climas y recursos naturales de México. Entrena lectura de mapas: escalas, simbología y orientación. Practica problemas “tipo examen” como calcular hora entre meridianos o identificar riesgos por sismicidad. Integra actualidad de manera inteligente: minería de litio, energías renovables, agua y urbanización; no necesitas detalle técnico, sino ubicar regiones y procesos. Usa tarjetas con mapas mudos: 10 minutos al día para marcar ríos, sierras, estados y capitales; la repetición espaciada funciona excelente aquí.

Plan de 30 días, simuladores y estrategia del día del examen

Calendario realista, simulacros medidos y una rutina pre-examen que te mantenga frío y enfocado.

Arma un plan de 30 días con ciclos de 5-2 (cinco días de estudio, dos de descanso activo). Cada día: 3 bloques de 45 minutos (Matemáticas, Lectura/Redacción y Ciencias o Historia/Geografía, alternando). Cierra con 15 minutos de repaso de errores. Semana 1: diagnóstico y bases (álgebra esencial, lectura guiada, mol y MRU, Independencia y Revolución). Semana 2: funciones y geometría analítica, inferencias y conectores, estequiometría y leyes de Newton, Reforma y Guerra Fría. Semana 3: mixto con enfasis en temas débiles según tu registro. Semana 4: simulacros de tiempo completo (2–3), revisión profunda y pulido de técnicas.

Simuladores: haz uno de 60–90 minutos a media semana (parcial por áreas) y uno largo tipo examen el fin de semana. Respeta tiempo por reactivo y condiciones reales (sin celular, sin pausas). Califica el mismo día y registra errores por categoría: Concepto (no lo sé), Procedimiento (me enredo), Atención (leí mal), Cálculo (me falló una cuenta), Trampa (distractor). Esto te indica qué reforzar. El día del examen, llega con 60–90 minutos de anticipación, desayuna ligero y usa la técnica “3 pasadas”: 1) fáciles al vuelo, 2) medianos con tiempo, 3) difíciles con lo que quede. Si dudas entre dos opciones, busca la evidencia en el enunciado; no cambies tu respuesta salvo que encuentres un argumento claro.

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Mini-guías exprés por área (para repasar una noche antes)

Un vistazo rápido a lo imprescindible: fórmulas, reglas y atajos que salvan puntos.

Matemáticas: memoriza (a+b)², (a−b)², a²−b², suma y producto de raíces de una cuadrática, ecuación punto-pendiente y general de la recta, distancia y punto medio. Reconoce la forma canónica de la parábola y ubica su vértice sin derivar. Para problemas de razón y proporción, traduce el texto a fracciones y tablas.

Lectura/Redacción: identifica idea principal (quítale adornos al párrafo y pregúntate “¿de qué trata?”), diferencia entre hecho y opinión, reconoce conectores que cambian el sentido (sin embargo, aunque, no obstante). En ortografía, atención a hiatos/diptongos y acentuación de demostrativos en contextos ambiguos.

Ciencias: Física: F=ma, v² = v₀² + 2aΔx, W=F·d, P=W/t; Química: n=m/M, M= (g de soluto)/(L de solución), balanceo por tanteo, reconocimiento de reacciones redox; Biología: replicación (ADN polimerasa), transcripción (ARN polimerasa), traducción (ribosomas), ley de segregación e independencia de Mendel.

Historia/Geografía: 5 hitos clave de México (Independencia 1810-1821, Reforma 1855-1863, Porfiriato 1876-1911, Revolución 1910-1917, Cardenismo 1934-1940), y ubica en mapa: Eje Neovolcánico, Sierra Madre Occidental/Oriental, ríos Bravo, Grijalva y Usumacinta, y penínsulas de Baja California y Yucatán.