Si estás preparándote para entrar a la UNAM o al IPN en 2026, necesitas mucho más que suerte: necesitas apuntes claros, estratégicos y hechos para memorizar rápido. En este post reunimos los temas más preguntados por materia, fórmulas clave, y una forma práctica de organizar tus resúmenes para repasar sin perder tiempo. Además, te contamos cómo estructurar tus sesiones de estudio para aprovechar mejor tus horas y llegar listo al día del examen.

Matemáticas: fórmulas que no pueden faltarte

Temas base: álgebra, geometría, trigonometría y funciones.

Matemáticas representa el bloque más pesado tanto en el examen de la UNAM como del IPN, por lo que dominarlo es vital. Comienza repasando álgebra: productos notables, factorización, ecuaciones cuadráticas y desigualdades. Luego pasa a geometría analítica con fórmulas de distancia, pendiente, circunferencia y parábola. Recuerda que en IPN suelen incluir problemas de áreas y volúmenes, así como proporciones y porcentajes aplicados a la vida diaria.

En trigonometría, memoriza las razones trigonométricas de los ángulos notables (30°, 45°, 60°), las identidades pitagóricas y la ley de senos y cosenos. En funciones, repasa el concepto de dominio y rango, así como la interpretación de gráficas. Consejo práctico: crea una hoja de fórmulas A4 y agrupa por tema, con un ejemplo resuelto al lado de cada ecuación. En los simulacros, anota los errores que repites y revisa qué fórmulas te hacen falta reforzar.

Física: principios y unidades que siempre caen

Temas clave: cinemática, dinámica, trabajo, energía y electricidad.

En Física, los reactivos suelen ser de razonamiento numérico: saber qué fórmula usar según el caso. Revisa los conceptos base de velocidad, aceleración y movimiento rectilíneo uniforme (MRU y MRUA). Después, pasa a segunda ley de Newton y tipos de fuerzas (peso, normal, fricción, tensión). Recuerda que el error más común es confundir unidades, así que convierte siempre al Sistema Internacional antes de operar.

En temas de energía y trabajo, domina las fórmulas de energía cinética, potencial, mecánica y el principio de conservación. Para electricidad, repasa ley de Ohm (V = I·R), potencia eléctrica y circuitos en serie y paralelo. Un truco: dibuja siempre el diagrama antes de resolver y revisa que los vectores tengan sentido físico (dirección y magnitud coherentes). Esto te ahorrará puntos valiosos en el examen.

Química: estructura atómica, enlaces y reacciones

Temas base: tabla periódica, enlaces, balanceo y estequiometría.

Química puede parecer extensa, pero los exámenes suelen concentrarse en 5 bloques: estructura atómica, enlaces, nomenclatura, reacciones químicas y cálculos estequiométricos. Aprende los números cuánticos y la configuración electrónica para identificar el tipo de elemento. Luego repasa enlaces iónicos, covalentes y metálicos, con ejemplos claros.

En balanceo, practica con el método redox y revisa los coeficientes para conservar masa. La estequiometría es una de las partes más preguntadas: convierte gramos a moles, aplica proporciones y utiliza el concepto de mol correctamente. Crea una tabla rápida con masas atómicas de los elementos más comunes (H, C, O, N, Na, Cl, Ca, Fe) y pégala en tu cuaderno de repaso. Si entiendes las relaciones entre masa, mol y volumen, podrás resolver casi cualquier ejercicio.

Biología: célula, genética y evolución

Temas clave: estructura celular, ADN, herencia y ecología.

En Biología, lo más importante es comprender procesos, no solo memorizar. Empieza con la estructura celular y diferencia entre célula procariota y eucariota. Revisa los organelos y sus funciones (núcleo, mitocondria, ribosoma, cloroplasto). Después repasa mitosis y meiosis, ya que casi siempre aparece una pregunta sobre las fases o su comparación.

En genética, estudia las leyes de Mendel y los cruces monohíbridos y dihíbridos. Aprende a identificar genotipos dominantes y recesivos. También repasa ADN, ARN, y la síntesis de proteínas. En temas de ecología, enfócate en cadenas alimenticias, niveles tróficos y ciclos biogeoquímicos (agua, carbono y nitrógeno). Un tip: usa esquemas y colores para visualizar procesos; esto mejora tu retención y acelera el repaso.

Habilidad verbal y comprensión lectora

Temas base: sinónimos, antónimos, analogías y lectura crítica.

Esta sección mide tu capacidad para razonar con el lenguaje, no solo memorizar reglas. Practica ejercicios de sinónimos y antónimos con opción múltiple para acostumbrarte al formato del examen. En analogías, busca la relación lógica entre las palabras (parte-todo, causa-efecto, función, oposición).

En comprensión lectora, lee fragmentos de textos científicos, históricos o literarios y responde preguntas sobre idea principal, intención del autor y tipo de argumento. Evita leer solo una vez: subraya datos y palabras clave. Recuerda que esta área puede darte puntos rápidos si practicas diariamente con textos cortos. Dedica 15 minutos al día a leer artículos o editoriales y haz tu propio resumen en tres líneas.