Si vas a presentar el examen de admisión en 2026, este post reúne los apuntes que más se repiten, técnicas de estudio probadas y un plan exprés para que mejores tu puntaje en semanas. Te explico qué estudiar primero, cómo practicar con reactivos tipo examen, y la forma correcta de revisar tus errores para no volver a cometerlos. Todo está pensado para estudiantes de preparatoria que quieren entrar a la UNAM o al IPN sin perder tiempo en temas de bajo impacto. Además, te dejo un mini calendario y tips del “día D” para que llegues con cabeza fría y estrategia clara.

Matemáticas que sí “pagan” en el examen

Prioriza álgebra, funciones y geometría analítica: concentran la mayor cantidad de aciertos posibles.

Empieza por álgebra operativa: factorización (trinomios, diferencia de cuadrados, factor común), productos notables y simplificación de fracciones algebraicas. Domina ecuaciones lineales y cuadráticas, y practica el uso del discriminante para anticipar el tipo de raíces sin resolver de más. En funciones, centra tu estudio en lineal, cuadrática y exponencial: interpreta coeficientes, pendiente, vértice, así como traslaciones y estiramientos. En geometría analítica, memoriza distancia entre puntos, pendiente, punto medio y ecuaciones de la recta y la circunferencia; son reactivos veloces si reconoces la forma adecuada.

Entrena con bloques cortos cronometrados: 20 ejercicios por tema a 60–75 segundos cada uno, seguidos de 10 reactivos mixtos. Lleva un registro de errores con cuatro categorías (concepto, procedimiento, lectura, cálculo) y repítelos dos días después para aprovechar el efecto de repetición espaciada. Construye un “formulario express” personal con identidades clave, ecuaciones típicas y atajos (por ejemplo, suma y producto de raíces de una cuadrática o conversión rápida de forma general a punto-pendiente). La meta es automatizar patrones para liberar tiempo en los ítems difíciles.

Lectura y redacción: velocidad sin perder comprensión

Lee con intención y redacta con estructura: menos relecturas, más aciertos.

Antes de leer, mira primero las preguntas y subraya palabras clave como “idea principal”, “según el autor”, “se infiere que”. Usa el método RAE: Resume cada párrafo en una línea, identifica la Intención del Autor (informar, persuadir, describir) y anota la Evidencia (dato, cita o ejemplo) que respalda tu respuesta. Practica con textos breves de divulgación y opinión, y mide tu WPM (palabras por minuto) con comprensión; empieza a 230–250 WPM e incrementa gradualmente. Evita los distractores “casi correctos”: compáralos con la evidencia explícita del texto.

Para redacción, estructura párrafos con idea-tema, desarrollo y cierre. Ten a la mano una lista de conectores por función: causa (porque, debido a), contraste (aunque, sin embargo), consecuencia (por tanto, así que) y orden (primero, luego, finalmente). Los reactivos típicos piden detectar errores de concordancia, puntuación y acentuación; resuelve microejercicios de 5 oraciones al día corrigiendo solo una dimensión (p. ej., comas en enumeraciones o uso de “sin embargo”). Al final de cada práctica, reescribe una oración compleja en tres versiones más claras; así mejoras precisión y estilo.

Ciencias naturales: física, química y biología sin memorizar de más

Aprende los núcleos conceptuales y domina lectura de tablas y gráficas: dan puntos rápidos.

En física, repasa cinemática (MRU y MUA), leyes de Newton, trabajo-energía-potencia y calorimetría. Ten claras unidades y equivalencias (N, J, W; 1 cal ≈ 4.186 J). Dibuja siempre: vectores, fuerzas y trayectorias te revelan el procedimiento más corto. En química, enfócate en mol, estequiometría, balanceo por tanteo, concentración (molaridad) y periodicidad (tendencias de radio y electronegatividad). En biología, prioriza genética mendeliana básica, síntesis de proteínas (replicación, transcripción, traducción) y procesos celulares como fotosíntesis y respiración.

La clave es jerarquizar: clasifica tus temas en A (alto impacto), B (medio) y C (bajo). Estudia A diario 25–30 minutos, B en días alternos y deja C para repasos de fin de semana. Integra la lectura de gráficas a tu rutina: velocidad–tiempo (pendiente = aceleración), concentración–tiempo (tasa de reacción), curvas de calentamiento (cambios de fase). Muchos reactivos se resuelven interpretando áreas o pendientes sin fórmulas extensas. Cierra cada sesión con 5 ítems de interpretación de datos para consolidar esta habilidad transversal.

Historia y geografía: convierte fechas en relatos cortos y mapas en hábitos

Usa líneas de tiempo por capas y mapas mudos diarios de 10 minutos.

Para Historia de México, arma una línea de tiempo con tres capas: evento (Independencia, Reforma, Porfiriato, Revolución), actores (Hidalgo, Juárez, Díaz, Madero, Cárdenas) y consecuencias (políticas, económicas, sociales). Resume cada periodo en un mini relato Causa → Evento → Efecto; eso hace que las preguntas de orden cronológico o relación de columnas salgan más rápido. En Historia Universal, atiende Revolución Industrial, Guerras Mundiales y Guerra Fría; elige cinco palabras clave por tema (p. ej., “trincheras, Versalles, reparaciones, hiperinflación, fascismo”) para anclar memoria.

En Geografía, practica coordenadas, husos horarios, tectónica de placas, climas y recursos naturales de México. Trabaja con mapas mudos: marca ríos principales, sierras y estados a diario por 10 minutos. Domina lectura de escalas, simbología y orientación; te permitirá resolver reactivos de tiempo entre meridianos o riesgos geológicos. Integra actualidad con criterio: agua, energías renovables y minería (como el litio) suelen aparecer de forma contextual; ubica regiones y relaciónalas con procesos económicos y ambientales, sin perderte en detalles.

Plan exprés de 30 días, simulacros y estrategia del día del examen

Un calendario realista con ciclos 5–2, simulacros cronometrados y revisión con método.

Organiza 30 días en ciclos de cinco jornadas de estudio y dos de descanso activo. Cada día, tres bloques de 45 minutos: Matemáticas, Lectura/Redacción y Ciencias o Historia/Geografía (alternando). Termina con 15 minutos de bitácora de errores: anota el tipo (concepto, procedimiento, lectura, cálculo), la causa y la corrección más corta. Semana 1: diagnóstico y bases; Semana 2: profundización en temas A y B; Semana 3: práctica mixta y velocidad; Semana 4: dos simulacros completos y pulido de estrategias.