Descubre cómo prepararte paso a paso con estrategias concretas y ejercicios clave para sacar tu lugar en el examen de admisión de la UNAM (o para competir fuerte hacia el IPN). Estas 5 técnicas ya han ayudado a cientos en AntesDeExamen a ingresar a sus carreras soñadas — y pueden ayudarte a ti también.

Estrategia de diagnóstico inicial

Conócete para aprender mejor

Para comenzar tu preparación, haz un examen diagnóstico que simule el formato real del examen de admisión de la UNAM o del IPN. Esto te permitirá identificar tus fortalezas y debilidades en áreas como matemáticas, comprensión lectora, razonamiento lógico y ciencias naturales.

Después de aplicar el diagnóstico, organiza tus temas priorizando aquellos donde obtuviste menores resultados. Por ejemplo, si en matemáticas sacaste 40 % de aciertos, dale más sesiones de estudio (como doble práctica) para aumentar esa área. Con esta estrategia enfocada, avanzarás más rápido sin perder tiempo en lo que ya dominas.

Plan de estudio con bloques temáticos

Divide para conquistar cada materia

Una vez identificado lo que debes reforzar, elabora un plan de estudio semanal con bloques temáticos: matemáticas, ciencias, español, y razonamiento lógico. En cada bloque céntrate en temas específicos como álgebra, geometría, literatura, interpretación, física, química, etc.

También incorpora sesiones de repaso y de simulacros cortos (por ejemplo, 20 preguntas cada dos días). Ese tipo de práctica frecuente y modulada ayuda a retener mejor y reduce el efecto de fatiga mental cuando enfrentes el examen real. En AntesDeExamen aplicamos esta técnica con nuestros estudiantes para lograr mejoras constantes.

Técnicas para elevar tu rendimiento mental

Activa tu mente con hábitos inteligentes

Durante tu periodo de estudio, es vital cuidar tu energía mental. Empieza con sesiones de estudio de 50 minutos con descansos de 10 a 15 minutos. Oblígate a resolver problemas sin ayuda externa: esto refuerza tu autonomía para cuando llegues al examen real.

Incluye también ejercicios cognitivos: lectura diaria variada, acertijos, práctica de concentración visual. Esto mejora tu velocidad lectora, tu capacidad de raciocinio y tu resistencia mental. Dormir lo suficiente (7 a 8 horas) y mantener una nutrición saludable también son parte del rendimiento sin que muchos lo reconozcan.

Simulacros completos y corrección profunda

Simula el día del examen muchas veces

Aplica simulacros completos (los días de examen en tiempo real) cada 8 o 10 días, con condiciones similares: sala silenciosa, tiempos exactos, materiales permitidos. Así tu estrés se asemejará al día real.

Al terminar cada simulacro, corrige con detalle: no sólo qué preguntas fallaste, sino por qué las fallaste. Analiza los errores: fue descuido, falta de conocimiento, método equivocado o rapidez baja. Ajusta tus bloques de estudio según esos resultados para no repetir errores.

Mentalidad positiva y regulación emocional

La cabeza también entra al examen

Prepararte para el examen no es solo cuestión técnica; tu actitud importa. Visualízate entrando al examen con calma, responder con seguridad y salir confiado. Esto reduce ansiedad el día real.